Introducción
El sistema y su estructura
El sistema y su estructura
Abordar el análisis              de las TIC en cualquier marco de utilización –en este caso              en el sistema educativo– implica, necesariamente, la utilización              de un enfoque sistémico 
(1).Concretarlo, supone enfrentar no sólo la complejidad del sistema              bajo estudio, sino la inherente a la característica del análisis              propiamente dicho.
Toda vez que se considera la realidad como un sistema, el primer              problema que se plantea es el de la definición de sus límites,              el segundo es identificar los elementos a los que se ha de asignar              significatividad y la forma en que están relacionados.
En nuestro caso, los límites  del sistema bajo estudio              estarían dados por los del sistema educativo y dentro de éste              su dispositivo principal: la escuela.
Salta a la vista que las TIC lo primero que hacen con esa frontera,              es destruirla. Los elementos a los que se suele considerar estructuralmente              significativos  dentro del sistema, vienen configurados más              que por los productos físicos de las TIC (computadoras,              sistemas de comunicación, etc.), por lo que se hace o es posible              hacer con ellos en contextos culturales y temporales específicos;              en palabras de Nicholas Negroponte 
(2):            "A pesar de que la rapidez del cambio es mayor que nunca,              el ritmo de la innovación está dado, no tanto por descubrimientos              importantes como el transistor, el microprocesador o la fibra óptica,              sino por las nuevas aplicaciones como la computación móvil,              las redes globales y los multimedios"
En este caso, sin olvidar la fractura que generan las TIC en el ámbito              escolar, ni los productos que la componen, centraremos nuestra atención              en dos de los componentes del sistema generado por aquéllas              y que consideramos cruciales: las variables tiempo y espacio, como              construcción conceptual.
La expectativa es, a partir de allí, observar sucintamente              como influyen las TIC en su percepción y en la forma en que              se interrelacionan con el conocimiento y su adquisición.
El tiempo, el espacio y su percepción.
Los Términos Generales Del Problema
Los Términos Generales Del Problema
Es bien sabido que fue Einstein quién despertó en Piaget              el interés por investigar las nociones intuitivas de velocidad              y tiempo de los niños, inspirando con ello una de las líneas              de investigación más iluminadoras del genial epistemólogo.              La incógnita de Einstein estaba centrada en si en el hombre              está noción era primitiva o adquirida.
Si bien hasta Piaget no fue sometido a una investigación              tan profunda, el problema del tiempo y el espacio no era nuevo, los              griegos especulaban sobre la liebre que comenzara a desplazarse un              periodo antes que la flecha y, mas cerca nuestro, desde una perspectiva              diferente, Ortega y Gasset sugería tiempos  correspondientes              con diferentes etapas de la vida. Su análisis, que a lo              meramente especulativo sumaba la relación del hombre con la              técnica,  lo llevaba a afirmar que quienes vivimos en              un determinado momento histórico, más que contemporáneos,              somos coetáneos, que vivimos al  mismo tiempo pero              no en el mismo tiempo 
(3).Otros autores, cuando mencionan la adquisición de aprendizajes              hablan de igualdad de tiempo  y de diferente tempo,               haciendo referencia, en este caso, al ritmo  que hay en los              tiempos.
En esta complejidad, más allá de los objetos de reflexión              de tiempos , de tempos  y de espacios ,              debemos enfrentarnos a un hecho nuevo: las TIC imponen los propios              de modo arbitrario. 
Las Cuestiones Del Pasado 
La guía que utilizaba el hombre para observar la evolución              de cualquier tipo de acontecimientos estaba originalmente estructurada              por periodos anuales (la crecida de un río o la llegada de              las lluvias), semestrales (las cosechas, los equinoccios o los solsticios)              o mensuales (la luna).
Cuando la medición se separó de los fenómenos              naturales y los vinculó a dispositivos técnicos, comenzó              la historia de los relojes y fue posible considerar periodos cada              vez más cortos.
A pesar de percibirlos, sin embargo, su medición estaba condicionada              no sólo al dispositivo con que se medía, sino también              al lugar, el momento del día, la temperatura, la presión              atmosférica, etc.
No está tan lejano el tiempo en que se ofrecían jugosas              recompensas reales a quienes pudieran hallar los mecanismos para determinar              con precisión algún tipo de efemérides;               tiempos vinculados a los movimientos astronómicos que ayudarían              enormemente a la navegación. La precisión buscada              estaba referida a días.
 Cuando el ferrocarril invadió la bucólica              campiña del siglo XVIII, por sus ventanillas pudo verse, por              primera vez, la realidad del paisaje no sólo separada del camino              que se transitaba, sino deslizándose borrosamente en sentido              contrario.
Además, en una línea paralela a sus rieles, por las              ramas isomórficas de árboles estériles comenzaron              a crecer las posibilidades de acción de los hombres. Por primera              vez en la historia de la comunicación humana, el mensaje viajaba              a una velocidad astronómicamente mayor que su portador. Quienes              pudieron percibir la diferencia de tiempo  que estaba surgiendo              no sólo lograron sobrevivir, prosperaron; pero a partir de              cambios radicales.
En 1849, quienes operaban la concesión de las comunicaciones              por medio de palomas mensajeras entre las ciudades de Colonia y Bruselas,              comenzaron a entender que su negocio en expansión caminaba              hacia la quiebra; entre esas dos ciudades estaban instalando el telégrafo.
Mientras otros concesionarios interponían el hacha entre              el telégrafo y la prosperidad de su negocio, el matrimonio              Reuter  decidió adecuarse a los tiempos:               fundó en Londres la agencia de transmisión de noticias              por vía telegráfica que se convirtió en la más              famosa del mundo y que, aun hoy, lleva su nombre.
Empujadas por los avances tecnológicos, muchos de los componentes              estructurales sobre los que se apoya el tejido social se modificaron              a un ritmo vertiginoso, las relaciones entre esos componentes; el              artificio, la organización propiamente dicha, como mosaico              de las expresiones socio culturales y socio económicas, en              muchos casos, no puede reconocerse en medio de ellos. 
Los Problemas Actuales 
Es obvio que se ha avanzado considerablemente desde la época              en que el ferrocarril y el telégrafo cambiaron los ritmos.              El tiempo necesario para transmitir la información en aquél              entonces eran minutos, hoy son nanosegundos.
El procesamiento estaba ligado a la capacidad operativa de quien              manipulaba el equipo en origen y en destino, esa limitación              hoy casi no existe.
Las antiguas bibliotecas que eran una pequeña cantidad de              libros organizados en dos secciones: La Magna, con los libros              encadenados a sus estantes, y La Parva,  a la cual se accedía              sólo llevando a cambio otro libro, hoy son un espacio no topológico              donde la información ha sido liberada del objeto que la porta.              Y donde los átomos se han convertido en bits. En otras palabras,              en lo que respecta a la transmisión de información,              el espacio y el tiempo han dejado de existir.
En el sistema  que nos ocupa, el educativo, la influencia              de las variables espacio–tiempo  recién comienza a              asomar como fundamental a partir de la velocidad del cambio tecnológico              y de la irrupción (por lo tanto no invitada, ni deseada, ni              bienvenida) de las TIC en el campo de la escuela.
Las instituciones educativas, en tanto entidades transformadoras,              procesadoras y distribuidoras de conocimiento son el recurso fundamental              con que cuentan las sociedades para minimizar la exclusión.
La percepción del cambio y la rigidez organizativa de su              operatoria parecieran conspirar contra este propósito. Para              pasar de una formación transmisiva y memorística a otra              comprensiva y formadora de competencias, se requieren cambios profundos;              según Imbernón : "...no basta con cambiar a las              personas para transformar la educación y sus consecuencias,              sino que hemos de cambiar las personas y los contextos educativos              y sociales.
Resulta evidente que los Reuter aprendieron rápido ,              pero lo hicieron desde la realidad y los nuevos modelos para entenderla,              a partir del cambio de las relaciones espacio–tiempo.
La escuela, no sólo está fuertemente asentada sobre              modelos conceptuales que privilegian los tiempos de la cultura oral–libresca               que nació con Gutemberg; aunque cada vez más cuestionado,              el espacio que legitima es el aula con cuatro paredes y bancos alineados.            
La innovación que percibe, además, está vinculada              con actos de validación externa, básicamente jerárquica,              generalmente ligados a la moda imperante, antes que con demandas              sociales basadas en las competencias a promover en las personas.
La escuela y lo que es más serio aún, la mayoría              de sus docentes, siguiendo al libro, organiza sus contenidos de manera              secuencial, lineal y asincrónica. No admite, aunque la realidad              se le resista, que una actividad distribuida, sincrónica y              no lineal pueda generar aprendizaje.
De ese modo, se confunde la información y sus propiedades con              las del objeto que la soporta.
Se discute la validez del instrumento con o sobre el cual se codifica,              sea libro, imagen o computadora, olvidando que el conocimiento y la              forma de adquirirlo, el objeto de la discusión, implica información              interiorizada y cognitivamente estructurada por la persona,               información que no tiene, entonces, ninguna de las características              ni propiedades del objeto que la difunde.
Se cuestiona la modalidad del soporte. Si los nuevos instrumentos              serán para todos o para pocos, si el acceso será irrestricto              o condicionado. Pero está fuera de discusión que su              avance es irreversible.
Mientras que algunos autores, remontándose a los orígenes              cooperativos de los logros informáticos más recientes              proponen un desarrollo democrático y no comercial 
(4),              toman poco en cuenta que los sistemas necesarios, en la medida en              que involucran millones de usuarios a distancias de muchos miles de              kilómetros entre sí, requieren de infraestructuras que              sólo pueden proveer los estados o las empresas - estado.(5)En el otro extremo, hay quienes afirman que el sistema educativo              actual debe ser abandonado totalmente, es más, se debe hacer              lo posible para precipitar su muerte, dado que inevitablemente será              reemplazado por las TIC 
(6),              olvidan que desde el punto de vista social, la unidad de medida de              la validez institucional no se conforma sólo con la perspectiva              posmoderna del costo–beneficio corporativo.En esos debates, además de no tratar la cuestión del              conocimiento en tanto adquisición de competencias, suele no              diferenciarse la información , un concepto transdisiciplinario              y de unidad, de la comunicación,  un conjunto de técnicas              para transmitir información vinculada a diferentes aplicaciones              sociales.
No obstante, resultara evidente que la información en un              mundo de comunicaciones instantáneas, es lo que configura la              que se ha dado en llamar la sociedad del conocimiento  por              algunos y más adecuadamente la sociedad del aprendizaje,               por otros.
(7)              En ese marco, los tiempos y los espacios, en una dinámica de              superposición y continuidad, se modifican según los              contextos de interacción social y generan aprendizajes originales              y diferentes en tanto se interactúa con nuevos dispositivos              portadores de información que son, simultáneamente,              contenidos de aprendizaje. Tiempo y espacio convergen en un punto.
Una evolución cualitativa que la escuela, a pesar de estar              inmersa en ella todavía no alcanza a percibir por vivir bajo              parámetros diferentes.
Fuera de los límites que fijamos para el sistema, en esta              sociedad de innovación permanente los indicadores para definir              los procesos que la caracterizan también están bajo              consideración y evolucionan del asincronismo hacia el sincronismo.              Como lo expresan López y Lugones
(8):            "La distinción Schumpeteriana entre invención,              innovación y difusión como tres actos claramente separables              también se desvanece, a favor de una concepción del              cambio tecnológico como un proceso continuo." 
Por otra parte se cuestiona también la progresión lineal              y formal de los procesos involucrados en la innovación tecnológica:            
"En contraste con la concepción neoclásica,              que generalmente identifica la innovación con actividades formales              de I+D, el evolucionismo destaca la importancia de los procesos de              aprendizaje. Diversos autores han refinado no sólo el concepto              de learning by doing , sino que han construido clasificaciones cada              vez más abarcativas de los distintos procesos de aprendizaje."              
Llevado esto a los límites de nuestro sistema  podemos              decir: que no se aprende sólo según una secuencia única              y específica, y no sólo son válidas las actividades              formalizadas para generar aprendizajes. 
Los Futuros Escenarios 
Si educar es una tarea centrada en el futuro y si las personas deben              ser preparadas para el futuro, un tiempo  de periodos infinitesimales              y simultáneos, las relaciones espacio tiempo que la escuela              maneja en la actualidad no son compatibles ni relevantes para actuar              allí.
En tanto se habla del nuevo milenio, desde el sistema en cuestión              y sobre las variables consideradas relevantes,  determinadas              en gran parte por las TIC, poco se hace para afrontarlo si se siguen              utilizando modelos  sustentados sobre percepciones que corresponden              a épocas pretéritas y si la utilización de los              recursos tecnológicos no son más que herramientas didácticas              al servicio de aquél modelo.
Los analistas simbólicos 
(9)              que deberán desempeñarse en el futuro en las empresas              que realmente lo tienen (que son las vinculadas a informática,              nuevos materiales, biotecnología (10))              requerirán de personas que puedan manifestar competencias –entendidas              éstas como habilidades complejas que se manifiestan en la acción–              que actualmente la escuela no está en capacidad de brindar              más que mínimamente.Por una parte, porque la simbología con que se maneja es              diferente y por otra, porque las relaciones espacio tiempo que concibe              son radicalmente distintas de las que propone la realidad y las TIC.              Decididamente, la escuela no puede preparar para el futuro de hoy              si, en muchos casos, está en el pasado de anteayer. Los cambios              de paradigmas institucionales y el perfeccionamiento de las organizaciones,              sin embargo, tampoco son procesos lineales y se hacen bajo condiciones              y situaciones muy diferentes. Algunos se modifican cuando han sufrido              un fuerte golpe de la competencia o han caído en un lugar rezagado              dentro de su ranking institucional, otros prefieren cambiar en momentos              normales  de la organización. Los cambios, finalmente,              no son sólo un problema de aparatos, sino también de              sistemas de gestión.
La institución escolar no se encuentra hoy entre las más              prestigiosas ni prestigiadas, pero sin embargo se la menciona como              la reserva para el futuro.
No es su rol habitual , aunque tal vez debiera serlo, el promover              modificaciones sobre la forma de adquirir el conocimiento, más              bien ha cumplido el de diseminar la información sobre los avances              del conocimiento. Cabe aquí preguntarse si ese rol, necesario,              puede seguir cumpliéndose de acuerdo a procesos de muchos siglos              de antigüedad.
Probablemente, sin embargo, del mismo modo que en la sociedad en general,              seguirán conviviendo en la actividad escolar grupos que aceptan              y promueven las nuevas tecnologías y otros que siguen aferrados              a la utilización de los paleorecursos  como forma              única de asumir la tarea de todos los días.
En términos de convivencia de modelos, podemos mencionar              aquí por ejemplo el caso de TOYOTA que como modelo de gestión              industrial, nuevo y progresista, se trata de imponer en muchos lugares.              Si bien suele hablarse bastante de su éxito, no suele decirse              del modelo Toyotista  que no abarca mucho más del              quince por ciento de las personas involucradas en la producción,              el resto, el ochenta y cinco por ciento, está constituido por              muchos miles de empresas asociadas que se organizan según un              modelo fuertemente Taylorista  de superexplotación              de la mano de obra. Vale decir, en ese modelo, conviven dos tiempos              totalmente diferentes.
La convivencia entre sistemas sin embargo, tendría una gran              diferencia con un suceso similar en la escuela, más allá              del modelo de gestión de la producción que aplique Toyota              y las críticas que este merezca, los vehículos son excelentes              y compiten en la primera línea del mercado. Estamos seguros              que no sucederá lo mismo ante una situación similar              en el campo educativo. 
Conclusión
El contexto al que hace referencia este trabajo es el de la complejidad              que impone la incorporación de las TIC a un proceso como el              educativo, con el cual no coincide en los parámetros espacio–tiempo.            
Si en el futuro inmediato, tal como expone Ferraro 
(11),              la competencia estará dada en dos niveles: - entre productos (sean éstos bienes o servicios) que disputan una porción del mercado y
- por la presión permanente hacia la innovación.
En el primer caso la preocupación estará puesta en              las tecnologías, en el segundo estará centrada en los              conocimientos y habilidades que se requieren para la combinación              creativa de los recursos. En el primer caso, con productos cuya vida              útil suele ser menor a dos años, en un campo que no              es el específico de la escuela, no es de esperar que ésta              tenga mucho éxito. En el segundo, que sí es su tema,              en tanto las coordenadas espacio temporales no se adecuen, más              allá de la alfabetización básica, tampoco. 
En síntesis, en el contexto en que nos movemos, en el sistema              cuyo límites definimos inicialmente y sobre las variables a              las cuales hemos otorgado significatividad, el tercer milenio que              nos espera, no anticipa ser, al menos en sus comienzos, muy diferente              del anterior. 
Citas
1 "El enfoque sistémico sobrepasa y engloba              al enfoque cibernético  (Wiener 1948), cuyo fin principal              es el estudio de las regulaciones en los organismos vivos y en las              máquinas. Se distingue de la Teoría de los Sistemas              Generales  (Von Bartalanffy 1954), cuyo fin último consiste              en describir y englobar en un formalismo matemático el conjunto              de los sistemas encontrados en la naturaleza. Se separa el Análisis              de Sistemas  que no respresnta sino una de las herramientas del              enfoque sistémico y nada tiene que ver con un Enfoque Sistemático               que consiste en abordar un problema de manera secuencial. El              enfoque sistémico es una metodología que permite reunir              y organizar los los conocimientos en modelos más fácilmente              comunicables con la finalidad de utilizarlos en la reflexión              y en la accion" Joel de Rosnay  - El Macroscopio.             
2 Negroponte N.  Ser Digital - Atlántida              - Buenos Aires - 1995 
3 José Ortega y Gasset  Meditación              de la técnica Alianza Editorial - Buenos Aires - 1992. 
4 Katz Claudio  Siete tesis sobre las nuevas              tecnologías de la información - En Ciencia y Sociedad              en América Latina - UNQUI - Buenos Aires -1996. 
5 Considerando los recursos económicos que              son capaces de movilizar. 
6 Perelman J . School's out: Hyperlearning,              the new technology and the end of education. WM&C - New York -              1992 
7 Salinas J.  Campus electrónicos              y redes de aprendizaje. - http://www.uib.es 
8 López A. y Lugones G.  El Proceso              de Innovación Tecnológica en América Latina en              los años noventa. Criterios para la definición de indicadores.              En REDES Nº9 Vol.4 -UNQUI- Buenos Aires 1997. 
9 Reich Robert  - El trabajo de las Naciones.              Javier Vergara - Buenos Aires - 1993 
10 Thurow Lester  - La guerra del Siglo XXI              - Javier Vergara - Buenos Aires - 1993 
11 Ferraro R.  La Marcha de los locos - Fondo              de Cultura Económica - Buenos Aires - 199
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