Ir al contenido principal

La importancia de las tecnologías verdes en el desarrollo de una economía sostenible

Es una realidad que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC, contribuyen a la creación de riqueza y al bienestar de los ciudadanos. Sus infraestructuras y tecnologías son esenciales para la creación, el intercambio y la difusión del conocimiento. Son responsables del aumento de más del 40% de la productividad e impulsan la innovación de todos los sectores de actividad económica. Pero además, las TIC se han revelado como fundamentales en la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad de nuestro planeta. La extensión de sus tecnologías influye y transforman el modo de funcionamiento de la sociedad en su conjunto, los hábitos de trabajo, las relaciones sociales, el ocio, etc. y facilitan la reducción del consumo desmesurado de materias primas y energía.

Pero también el sector TIC, permite a otros sectores, tales como el energético, el transporte, la construcción o la industria, optimizar sus consumos de energía y rebajar sus emisiones de CO2 en el control y la gestión medioambiental. Si las capacidades de las tecnologías TIC se emplean en todo su potencial, Europa podrá cumplir o incluso superar los objetivos de reducción de emisiones, penetración de las energías renovables y mejora de la eficiencia energética, fijados por la Unión Europea para 2020.
Contribuyen a la eficiencia de sectores productivos como la energía: facilitando la generación de procesos más inteligentes en las redes eléctricas, la integración de las energías renovables y una distribución más adaptada y eficaz entre la demanda y la oferta, o como en el sector del transporte: optimizando los recursos para que responda en tiempo real a las necesidades de sus usuarios o haciendo posible unas cadenas de suministro más eficaces, que optimicen el uso de las flotas de distribución.
Las TIC han sido pioneras en la incorporación de políticas ambientales que abarcan desde el ecodiseño en las fases de producción hasta el cierre adecuado del ciclo de vida de sus productos, gracias a soluciones efectivas de recogida selectiva y reciclaje de los residuos electrónicos. El aprovechamiento de materias primas, el ahorro de recursos naturales y energéticos y la minimización de los potenciales impactos sobre el medioambiente son algunos de los beneficios de la recogida y el reciclaje de los residuos TIC. De hecho, la gestión de esos residuos TIC representa un reto medioambiental de primer orden. Por término medio, un ciudadano europeo genera anualmente 14 kilos de “basura tecnológica”, cantidad que se duplicará en 2017.
En este sentido, en los últimos años hemos asistido al creciente aumento de la sensibilidad del sector TIC por el medio ambiente, lo que en Europa se conoce como Green TIC o nuevas tecnologías “verdes”, y su posible contribución a la riqueza nacional como otro sector económico. Esto se ha manifestado ya en diversas vertientes, que van desde la 
aplicación de criterios de eficiencia energética y cuidado medioambiental en los procesos de producción, hasta la adecuada recogida y reciclaje de los productos puestos en el mercado al final de su vida útil, pasando por la implantación de una cultura medioambiental a todos los agentes relacionados con la empresa: proveedores, canal de comercialización o clientes. A todos ellos, se les hace partícipes de la política medioambiental de la empresa. En unos casos planteando exigencias: certificación, garantías o responsabilidades, y en otros, como elemento de prestigio y valoración de marca, lo que ha venido a llamarse el “marketing verde”. Iniciativas que, aún pudiendo utilizarse como promoción, no dejan de ser aplaudidas por su aportación a lo que ha de ser el germen de una nueva sociedad, la del conocimiento, que ya permite a los consumidores elegir y favorecer o no a una marca, a través de la asociación en redes sociales y mediante el marketing viral.
Muchas de las estrategias corporativas de las compañías del sector TIC han integrado de forma voluntaria las dimensiones medioambiental y social en la gestión cotidiana de la empresa y en sus relaciones con los grupos de interés. Pero, creo, que toda decisión corporativa a este respecto, debe considerar los distintos aspectos que engloba el concepto de sostenibilidad, abarcando más allá del puramente medioambiental e incluyendo aspectos como el económico y financiero, el político y legal, el social y cultural, el tecnológico o el organizacional y de recursos humanos, a fin de dar continuidad a las acciones del sector TIC y de evitar que éstas condicionen la capacidad de desarrollo futuro.
Si bien las Green TIC persiguen promover el uso de tecnologías responsables y respetuosas con el medio ambiente en su ámbito de actuación, contribuyendo con ello a la optimización del consumo energético y, por ende, a la reducción de las emisiones de CO2 en el entorno mundial, sin duda, el ahorro de costes, y más aún la sostenibilidad, son también razones suficientes para abordar las Green TIC. Combinando la escalada del precio del kWh con la proliferación de las soluciones TIC en nuestra vida cotidiana, el coste de la factura eléctrica comienza a ser lo suficientemente significativo como para decidirse a poner en marcha este tipo de iniciativas y acciones.
Sin embargo, todavía es temprano y no existe en nuestro país una cuantificación de lo que está suponiendo este nuevo sector de las Green TIC en términos de volumen económico y de aportación al PIB. De lo que no cabe duda, es que nuestro sector es responsable del 2% de las emisiones globales de CO2, cifra que en Europa puede alcanzar hasta el 6% según un estudio de la patronal europea del sector, Digital Europe. Por otra parte, se prevé que en el año 2020, el 45% del consumo eléctrico provendrá de los equipos TIC.
Otra importante tarea es la de concienciar al usuario, tanto del ordenador de sobremesa de una vivienda como del centro de datos de una empresa, sobre el potencial de ahorro energético y económico que ofrecen los equipos TIC. Esto es esencial para que dicho ahorro deje de ser una posibilidad para convertirse en realidad. De hecho, la mayoría de los equipos TIC ya cuenta con herramientas de gestión de energía, pero la evidencia sugiere que los usuarios no son conscientes de estas opciones, o no están todavía dispuestos a activarlas. De ahí que, según la Fundación Nacional de la Energía del Reino Unido, al menos 1,7 millones de PCs se dejan encendidos por la noche y durante los fines de semana, lo que desperdicia 1,5 billones de kWh de electricidad al año, el equivalente a 700.000 toneladas de CO2.
Estas cifras han abierto una reflexión y, como consecuencia, se están desarrollando trabajos desde el propio sector TIC para, siendo parte del problema, ser también parte de la solución. Por eso, el nuestro ha sido de los primeros sectores en crear sistemas de recogida y reciclaje que han evitado, ya en nuestros días, que miles de toneladas de producto acaben en la basura doméstica. También ha sido uno de los primeros en realizar un estudio para trabajar en el análisis de los consumos energéticos. Baste indicar que, en el estudio anteriormente citado de la patronal Digital Europe, se llega a la conclusión de que sólo con la limitación de consumos energéticos se podrían reducir un 90% las pérdidas de energía usando el modo “stand by” y en un 64% en el modo apagado.
En definitiva y como conclusión, nos encontramos ante un nuevo sector que puede ser generador de riqueza con la creación de nuevos modelos de negocio (plantas de reciclaje, por ejemplo) y la dinamización de sectores tradicionales (por ejemplo, el transporte), y que asume su responsabilidad social con capacidad para aportar una especial contribución al ahorro energético. Si a todo ello unimos que el sector TIC supone el 32% de la inversión total en innovación, y que parte de esta inversión puede ir al medio ambiente, no cabe duda de que puede ser uno de los sectores a tener en cuenta en el proceso de recuperación económica, dotando a nuestra economía de un modelo estructural productivo y no especulativo como motor de desarrollo y crecimiento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CONTACTO

Por aquí me puedes enviar todas tus dudas, sugerencias, felicitaciones, quejas, cartas de odio e inquietudes, Tú dime. SU NOMBRE * Email * Message * Verification de Imagen Por favor introduce el texto de la imagen : [ Actualizar la imagen ] [ Qué es esto? ]

Cargador universal IDAPT i4

En ésta imagen podemos observar un nuevo producto creado con tecnología de punta se trata de un cargador universal que nos permite cargar hasta cuatro (4) dispositivos diferentes. Desde mi punto de visto este nuevo aparato producto de la de los avances tecnológicos es interesante y de gran utilidad porque con este cargador ya no necesitamos comprar un cargador para cada dispositivo que tengamos puesto que el mismo es compatible con más de 4.000 dispositivos móviles y hasta incorpora un mini puerto USB. Para más información siga el vinculo: http://www.canalpda.com/2010/05/21/10596-idapt+presenta+cargador+universal+idapt+i4

Educación y tecnologías. Las tic, la escuela y la relación espacio-tiempo

Introducción El sistema y su estructura Abordar el análisis de las TIC en cualquier marco de utilización –en este caso en el sistema educativo– implica, necesariamente, la utilización de un enfoque sistémico (1) . Concretarlo, supone enfrentar no sólo la complejidad del sistema bajo estudio, sino la inherente a la característica del análisis propiamente dicho. Toda vez que se considera la realidad como un sistema, el primer problema que se plantea es el de la definición de sus límites, el segundo es identificar los elementos a los que se ha de asignar significatividad y la forma en que están relacionados. En nuestro caso, los límites del sistema bajo estudio estarían dados por los del sistema educativo y dentro de éste su dispositivo principal: la escuela. Salta a la vista que las TIC lo primero que hacen con esa frontera, es destruirla. Los