Uno de los mayores desafíos para la formación del profesorado actual es rediseñar su currículo formativo incorporando a las TICs de modo transversal a fin de inscribirlas dentro de una perspectiva sustantiva y critica (y no instrumental) de la tecnología y usarlas de modo articulado y pertinente en términos socioculturales.
Por ello es necesario configurar y otorgar otro sentido al currículo en su concepción y operatoria con uso de las TICs, es decir para que se inscriba en el nuevo momento histórico social que se vive en la cultura digital. Ello conducirá a reconocer el concepto y proceso curricular replanteando las categorías del discurso pedagógico aun existente, para superar la visión y postura instrumental y reduccionista “la computadora como panacea” de transferencias tecnológicas lineales. Las mismas no replantean los nuevos marcos en los que vivimos e interactuamos los usuarios actuales del sistema educativo, y por ende de toda la sociedad de la información, si la contextualizamos en la región de América latina.
Si se trata de abonar hacia esta superación, se pretende producir una síntesis interdisciplinaria para explicar como se debería guiar o ayudar en la producción de saber en general y científico- tecnológico en particular dentro de las situaciones sociales cotidianas, formativas por antonomasia.
Para ello es necesario diferenciar entre el enfoque científico descriptivo y el prescriptivo o normativo si se trata de rescatar lo valioso de la intersubjetividad socio cultural y la perspectiva situada y distributiva en la producción de conocimiento hoy reconocida como también dada a través de las TICs. Ello también significa reconocer que en la producción de mediaciones tecnológico educativas se debe aprender de la experiencia para integrar múltiples fuentes, recursos y vertientes interpretativas en cuanto a como se generan y configuran los fenómenos, los procesos, etc. lo que debe tener presencia fuerte en el currículo. Además rescatando las “mejores practicas” socio políticas y éticas dentro de roles formativos y transformativos, si de la formación ciudadana se refiere hoy.
Todo currículo o recorte de una propuesta formadora (para cualquier nivel y modalidad de la enseñanza, incluyendo la formación de los profesores) representa una enorme complejidad epistemológica de gran cantidad de variables que lo configuran y cuyo real sentido educativo se ve en la práctica. Por ello debería ser construido por procesos reflexivos y de contrastación en terreno capitalizando los nuevos agentes “instruccionales”, como espacio tanto de encuentro como de fricción, de poder y libertad y así contribuyentes al control y/o al cambio sociocultural.
Un diseño curricular es la elaboración de un apunte, boceto, bosquejo, croquis, esbozo o esquema que representa un objeto/s, una acción/s , un proyecto para guiar con efectividad acciones educativas requeridas para
ciertos fines.
Se localiza en un espacio interdisciplinario intermedio respecto de una previa idea y su practica, entre una intención y la realidad, del pensamiento y la acción , en este caso, referido a mediaciones tecnológico educativas de las TICs como transacciones entre lo real, lo planeado y lo experimentado en el proceso y resultados de los programas cara a cara o de educación a distancia . En ambos el planeamiento, el desarrollo y evaluación –investigación debe ser permanente.
Implica decisiones que enmarcan las características introducidas por los objetos culturales seleccionados y distribuidos que así controlan, la propuesta educativa y que por lo tanto incrementan enormes debates referidos a tales cuestiones.
Cuando se trata de un currículo formal se apunta a una propuesta histórico-socio cultural y pedagógica situada que forma personas en instituciones y organizaciones, en nuestro caso, con mediaciones, medios y mediadores de las TICs que interpenetran un diseño, producción, almacenamiento, implementación, distribución, comunicación, evaluación e investigación de dicha propuesta. Para nosotros es central que persiga el desarrollo de la crítica, la recreación y la ruptura del paradigma artefactual dominante. El mismo no necesariamente conlleva ni garantiza éxitos ni fracasos, ni beneficios ni daños- como es fácil suponer-, sino que se trata de sembrar responsabilidades de personas “sabias’ que deciden y evalúan, anticipan y planean, apropian y usan artefactos como las TICs dentro de una propuesta formativa curricular reconociendo las inherentes características y limites que aquellas poseen.
Evidentemente existen muchas cuestiones y preguntas más que respuestas acerca de como diseñar los espacios tecnológicos, incluyendo sistemas o plataformas tecnológicas, básicamente debido a los límites que a la creatividad establecen ya que la mayoría de las veces tienen falta de sentido pedagógico en su concepción y diseño y devienen en macanicidades.
Indudablemente no se puede pasar por alto en estos casos de inclusión de las TICs en el currículo, la evidente relación entre las diferentes materias o áreas de contenido al tiempo de formular los objetivos didácticos deseados. Para ello las técnicas de la elaboración y asimilación del contenido, el procesamiento y gerenciamiento de la información, el cultivo de actitudes y disposiciones éticas, estéticas y creativas a fin de disfrutar del patrimonio cultural, entre otros elementos, deberían estar presentes en el acceso y apropiación de las TICs en el currículo de formación docente, replicable luego en otras situaciones formativas.
De este modo, el currículo en términos de la tecnología en general y las TICs en especial, deben fortalecer el razonamiento, la autonomía, la resolución de problemas en cooperativos diálogos, subsanar deficiencias del sistema educativo convencional hacia el mejoramiento de procesos y productos (como por ejemplo: que la gente posea habilidades matemáticas fuertes y de pensamiento independiente, que valores ejecutar decisiones y acciones transparentes, etc. Aunque por ahora sea difícil aislar estos logros, si se dan…..Mucha investigación nos espera que debe ser hecha!!
Creemos que existen tres enfoques referidos a la integración de las TICs en el currículo:
1- Usarlas para acceder a actualizada información en rápido modo,
2- Facilitar multi-remotas comunicaciones para trabajos colaborativos y de investigación, y
3- Construir complejos entornos interactivos virtuales para e- y/o blended aprendizaje a fin de desarrollar las funciones mas superiores del pensamiento humano.
Concebir el currículo como una propuesta mas allá de la tecnocrática relación medios/ fines e inscribirla en una particular contexto sociocultural e histórico en transformación significa adoptar una perspectiva dialéctica de contraste con y en la realidad ya que ahora la gente puede y debería realizar cosas cada vez con experticia (y no de modo improvisado o rutinario) , como nunca antes fuera posible pensarlo…y la tecnología y las TICs debería contribuir a tal mejoramiento ello.
El punto es concebir la relación medios/ fines no como dada y final sino como una construcción que el profesor/a conoce como configurarla apuntando a desencadenar modos particulares de pensar y hacer con la tecnología y no usarla de modo mecánico. El propósito de “éxito”, definido como el logro efectivo y eficiente de específicos objetivos de aprendizaje o la satisfacción de necesidades situadas en contextos cotidianos, debe superar acciones y resultados lineales , intenciones y efectos rutinarios para respaldar una perspectiva socio político cultural y educativa abierta, fractal e impredecible para personas y grupos.
Entonces se visualiza a las TICs en educación como herramientas para reestructurar y reinventar el currículo. Esto solo será posible si se repiensan las relaciones entre la tecnología y los nuevos modelos pedagógicos (como el aprendizaje colaborativo, las tendencias socio-constructivistas centradas en el conocimiento, las teorías cognitivas del aprendizaje por descubrimiento y basado en la resolución de problemas).
Tal vez la simple pregunta de cómo las TICs contribuirían a la formación mediada por la PC y las telecomunicaciones para la formación de la gente? Se relaciona con anticipar y reinventar lugares pedagógicos “virtuales” o “reales”, donde los estudiantes modifiquen sus modelos mentales, a través de la tecnología que ahora representaría un papel central.
Combinar el tipo de logro necesitado en términos de aprendizaje buscado, articulando todos los modelos de enseñanza que establecen que todos los recursos combinados son validos para aprender, en contraste en la práctica socio-formativa mediada resultará en un currículo constructivo usando TICs para recrear los procesos de enseñar y aprender.
También se vería alguna propuesta de superar ciertas oscuridades de tales tecnología y de Internet - que nadie niega- , ocultadoras de representaciones de un poder controlador y manipulador, que fortalecen disciplinamientos culturales varios a través de las ideologías deterministas o dominantes expresadas en experiencias pedagógicas tanto lúdicas como de enseñanza formal.
Apelar al “afuera” de la escuela, o sea a la vida cotidiana para la formación de los profesores que usen las TICs creemos que apuntaría a la practica de dicha deconstrucción que debería incluir a los nuevos colectivos que cooperan en la enseñanza, en espacios virtuales y no convencionales, las interactividades múltiples y complejas entre los diversos sujetos educativos y el conocimiento.
Ello significa una propuesta de formación docente que apela a la convergencia y a la reflexividad entendiendo al currículo como construcción socio-cultural, re-creador de identidades y subjetividades.
Por ello es necesario configurar y otorgar otro sentido al currículo en su concepción y operatoria con uso de las TICs, es decir para que se inscriba en el nuevo momento histórico social que se vive en la cultura digital. Ello conducirá a reconocer el concepto y proceso curricular replanteando las categorías del discurso pedagógico aun existente, para superar la visión y postura instrumental y reduccionista “la computadora como panacea” de transferencias tecnológicas lineales. Las mismas no replantean los nuevos marcos en los que vivimos e interactuamos los usuarios actuales del sistema educativo, y por ende de toda la sociedad de la información, si la contextualizamos en la región de América latina.
Si se trata de abonar hacia esta superación, se pretende producir una síntesis interdisciplinaria para explicar como se debería guiar o ayudar en la producción de saber en general y científico- tecnológico en particular dentro de las situaciones sociales cotidianas, formativas por antonomasia.
Para ello es necesario diferenciar entre el enfoque científico descriptivo y el prescriptivo o normativo si se trata de rescatar lo valioso de la intersubjetividad socio cultural y la perspectiva situada y distributiva en la producción de conocimiento hoy reconocida como también dada a través de las TICs. Ello también significa reconocer que en la producción de mediaciones tecnológico educativas se debe aprender de la experiencia para integrar múltiples fuentes, recursos y vertientes interpretativas en cuanto a como se generan y configuran los fenómenos, los procesos, etc. lo que debe tener presencia fuerte en el currículo. Además rescatando las “mejores practicas” socio políticas y éticas dentro de roles formativos y transformativos, si de la formación ciudadana se refiere hoy.
Todo currículo o recorte de una propuesta formadora (para cualquier nivel y modalidad de la enseñanza, incluyendo la formación de los profesores) representa una enorme complejidad epistemológica de gran cantidad de variables que lo configuran y cuyo real sentido educativo se ve en la práctica. Por ello debería ser construido por procesos reflexivos y de contrastación en terreno capitalizando los nuevos agentes “instruccionales”, como espacio tanto de encuentro como de fricción, de poder y libertad y así contribuyentes al control y/o al cambio sociocultural.
Un diseño curricular es la elaboración de un apunte, boceto, bosquejo, croquis, esbozo o esquema que representa un objeto/s, una acción/s , un proyecto para guiar con efectividad acciones educativas requeridas para
ciertos fines.
Se localiza en un espacio interdisciplinario intermedio respecto de una previa idea y su practica, entre una intención y la realidad, del pensamiento y la acción , en este caso, referido a mediaciones tecnológico educativas de las TICs como transacciones entre lo real, lo planeado y lo experimentado en el proceso y resultados de los programas cara a cara o de educación a distancia . En ambos el planeamiento, el desarrollo y evaluación –investigación debe ser permanente.
Implica decisiones que enmarcan las características introducidas por los objetos culturales seleccionados y distribuidos que así controlan, la propuesta educativa y que por lo tanto incrementan enormes debates referidos a tales cuestiones.
Cuando se trata de un currículo formal se apunta a una propuesta histórico-socio cultural y pedagógica situada que forma personas en instituciones y organizaciones, en nuestro caso, con mediaciones, medios y mediadores de las TICs que interpenetran un diseño, producción, almacenamiento, implementación, distribución, comunicación, evaluación e investigación de dicha propuesta. Para nosotros es central que persiga el desarrollo de la crítica, la recreación y la ruptura del paradigma artefactual dominante. El mismo no necesariamente conlleva ni garantiza éxitos ni fracasos, ni beneficios ni daños- como es fácil suponer-, sino que se trata de sembrar responsabilidades de personas “sabias’ que deciden y evalúan, anticipan y planean, apropian y usan artefactos como las TICs dentro de una propuesta formativa curricular reconociendo las inherentes características y limites que aquellas poseen.
Evidentemente existen muchas cuestiones y preguntas más que respuestas acerca de como diseñar los espacios tecnológicos, incluyendo sistemas o plataformas tecnológicas, básicamente debido a los límites que a la creatividad establecen ya que la mayoría de las veces tienen falta de sentido pedagógico en su concepción y diseño y devienen en macanicidades.
Indudablemente no se puede pasar por alto en estos casos de inclusión de las TICs en el currículo, la evidente relación entre las diferentes materias o áreas de contenido al tiempo de formular los objetivos didácticos deseados. Para ello las técnicas de la elaboración y asimilación del contenido, el procesamiento y gerenciamiento de la información, el cultivo de actitudes y disposiciones éticas, estéticas y creativas a fin de disfrutar del patrimonio cultural, entre otros elementos, deberían estar presentes en el acceso y apropiación de las TICs en el currículo de formación docente, replicable luego en otras situaciones formativas.
De este modo, el currículo en términos de la tecnología en general y las TICs en especial, deben fortalecer el razonamiento, la autonomía, la resolución de problemas en cooperativos diálogos, subsanar deficiencias del sistema educativo convencional hacia el mejoramiento de procesos y productos (como por ejemplo: que la gente posea habilidades matemáticas fuertes y de pensamiento independiente, que valores ejecutar decisiones y acciones transparentes, etc. Aunque por ahora sea difícil aislar estos logros, si se dan…..Mucha investigación nos espera que debe ser hecha!!
Creemos que existen tres enfoques referidos a la integración de las TICs en el currículo:
1- Usarlas para acceder a actualizada información en rápido modo,
2- Facilitar multi-remotas comunicaciones para trabajos colaborativos y de investigación, y
3- Construir complejos entornos interactivos virtuales para e- y/o blended aprendizaje a fin de desarrollar las funciones mas superiores del pensamiento humano.
Concebir el currículo como una propuesta mas allá de la tecnocrática relación medios/ fines e inscribirla en una particular contexto sociocultural e histórico en transformación significa adoptar una perspectiva dialéctica de contraste con y en la realidad ya que ahora la gente puede y debería realizar cosas cada vez con experticia (y no de modo improvisado o rutinario) , como nunca antes fuera posible pensarlo…y la tecnología y las TICs debería contribuir a tal mejoramiento ello.
El punto es concebir la relación medios/ fines no como dada y final sino como una construcción que el profesor/a conoce como configurarla apuntando a desencadenar modos particulares de pensar y hacer con la tecnología y no usarla de modo mecánico. El propósito de “éxito”, definido como el logro efectivo y eficiente de específicos objetivos de aprendizaje o la satisfacción de necesidades situadas en contextos cotidianos, debe superar acciones y resultados lineales , intenciones y efectos rutinarios para respaldar una perspectiva socio político cultural y educativa abierta, fractal e impredecible para personas y grupos.
Entonces se visualiza a las TICs en educación como herramientas para reestructurar y reinventar el currículo. Esto solo será posible si se repiensan las relaciones entre la tecnología y los nuevos modelos pedagógicos (como el aprendizaje colaborativo, las tendencias socio-constructivistas centradas en el conocimiento, las teorías cognitivas del aprendizaje por descubrimiento y basado en la resolución de problemas).
Tal vez la simple pregunta de cómo las TICs contribuirían a la formación mediada por la PC y las telecomunicaciones para la formación de la gente? Se relaciona con anticipar y reinventar lugares pedagógicos “virtuales” o “reales”, donde los estudiantes modifiquen sus modelos mentales, a través de la tecnología que ahora representaría un papel central.
Combinar el tipo de logro necesitado en términos de aprendizaje buscado, articulando todos los modelos de enseñanza que establecen que todos los recursos combinados son validos para aprender, en contraste en la práctica socio-formativa mediada resultará en un currículo constructivo usando TICs para recrear los procesos de enseñar y aprender.
También se vería alguna propuesta de superar ciertas oscuridades de tales tecnología y de Internet - que nadie niega- , ocultadoras de representaciones de un poder controlador y manipulador, que fortalecen disciplinamientos culturales varios a través de las ideologías deterministas o dominantes expresadas en experiencias pedagógicas tanto lúdicas como de enseñanza formal.
Apelar al “afuera” de la escuela, o sea a la vida cotidiana para la formación de los profesores que usen las TICs creemos que apuntaría a la practica de dicha deconstrucción que debería incluir a los nuevos colectivos que cooperan en la enseñanza, en espacios virtuales y no convencionales, las interactividades múltiples y complejas entre los diversos sujetos educativos y el conocimiento.
Ello significa una propuesta de formación docente que apela a la convergencia y a la reflexividad entendiendo al currículo como construcción socio-cultural, re-creador de identidades y subjetividades.
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